Un libro que surgió dentro de un tórculo, que encontró la forma de las palabras en un taller de la mano de Daniel Nesquens en Ilustratour, que buceó en los poemas visuales de Brossa, Mádoz, Amargo...
Un libro que juega con objetos,imágenes y palabras (no todo es lo que parece). Ocultos en la cotidianidad de estos grabados se esconden el absurdo, el humor, y por qué no, la greguería. Es esta ironía de las imágenes reconocibles la que establece un juego con el lector, y la que conduce por caminos de ilusión y sombra, de blanco y negro.